La energía solar en España, reforma del mercado y el cambio climático

En el año 2017 en España había 4.687 megavatios de potencia solar fotovoltaica instalada, y esta cifra ha permanecido casi constante desde 2012. Mientras que en nuestro país se ha instalado la ridícula cifra de 155 megavatios de plantas solares fotovoltaicas en el periodo transcurrido entre 2012 y 2017, en el resto del mundo se han construido más de 300.000 megavatios. Llama la atención la poca penetración de la energía solar fotovoltaica en España siendo, sin embargo, un país que disfruta de una radiación solar muy superior que la de muchos países europeos que nos superan ampliamente en capacidad instalada.

Generación de la energía solar en España

Las estadísticas españolas del año 2017 sobre la producción de la energía solar en España y el impacto en el medioambiente no pueden ser más desalentadoras. La generación con tecnología solar fotovoltaica representó el 3,4% del total de la producción eléctrica. Mientras, las emisiones de gases de efecto invernadero se incrementaron un 17,9% en 2017 hasta alcanzar los 74,9 millones de toneladas, y el precio de la energía aumentó un 25,1% respecto al de 2016 hasta los 60,6 Euros por cada megavatio-hora (MWh) producido, el máximo de los últimos cinco años.

En este contexto el gobierno ha anunciado, en pleno agosto, que antes de que termine el 2018 aprobará una Ley de Cambio Climático y Transición Energética y un Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. Lo que pretende el gobierno con estas leyes es establecer una senda para la transición hacia un sistema energético más limpio, sin generación de gases de efecto invernadero y de menor coste para los clientes.

Además de anunciar nuevas leyes, el gobierno ha pasado a la acción y ha autorizado en las últimas semanas dos nuevas plantas solares fotovoltaicas con una potencia total de 800 MW. Esta autorización es una noticia muy positiva para el sector eléctrico, sobre todo para los clientes, y es una demostración de que ha sido una buena idea unir en un sólo ministerio las competencias sobre energía y medioambiente, de forma que la autorización de nuevas plantas de generación se agilice y se alinee con la política energética.

¿Qué impactos tienen las energías renovables en España?

El impacto positivo de las energías renovables en España es múltiple, y no sólo en la reducción de las emisiones contaminantes de CO2.

La mejor manera de explicarlo es a través del impacto que tendrán las nuevas plantas solares fotovoltaicas autorizadas en las últimas semanas:

• • Se reducirán las emisiones de C02 entre 700 mil y 1,5 millones de toneladas anuales. Es decir, sólo por el impacto de estas dos plantas las emisiones bajarán entre el 1% y 2% anual.

• • Se reducirá el déficit de la balanza exterior de pagos de España en un importe mínimo de 65 millones de Euros anuales, dado que se evitarán compras de combustible al exterior por esta cantidad (este es el importe del gas que habría que comprar para producir la electricidad de estas nuevas plantas). Nuestro país no tiene fuentes propias de combustible, sin embargo, somos el país del sol y la radiación solar es un “combustible” gratuito.

• • La producción anual de estas plantas alcanzará la cifra de 1,6 millones de megavatios-hora. Dado el funcionamiento “marginalista” del mercado mayorista,y que el precio de estas nuevas plantas solares estará en el rango de entre 40 y 45 Euros por cada megavatio-hora (MWh), la entrada en funcionamiento de estas plantas supondrá una bajada del precio medio del mercado en beneficio de todos los clientes ya que dejarán de producir centrales de carbón y gas más caras. El ahorro medio en el precio medio de la electricidad que pagan los clientes será de al menos 30 millones anuales por el impacto de la entrada en funcionamiento de estas nuevas dos plantas.

¿Qué reformas son necesarias para acelerar la transición energética a las renovables?

El impacto positivo de las renovables es muy evidente, como lo demuestra la explicación del impacto concreto que tendrá la entrada en funcionamiento de las dos nuevas plantas solares fotovoltaicas autorizadas por el gobierno en las últimas semanas.

Si el impacto positivo es tan claro, ¿cuales son las barreras y, por tanto, las reformas que debería implantar el gobierno para acelerar la transición a las renovables?. En Podo, no queremos ser sólo un observador, sino que queremos contribuir activamente con propuestas específicas para conseguir el objetivo en beneficio de todos los clientes:

• • En primer lugar, el gobierno a través de la empresa que planifica y gestiona la red de transporte de electricidad, Red Eléctrica de España (REE), debería diseñar y ejecutar una nueva planificación de redes para aumentar considerablemente la capacidad para instalar renovables, y en particular, para instalar plantas solares en aquellas zonas de nuestro país que tienen mayor radiación. REE debería acometer un nuevo plan, y priorizar estas inversiones frente a las que está haciendo fuera de España o en otros sectores como las telecomunicaciones. La conexión de las plantas renovables debe dejar de ser un recurso escaso sujeto a la especulación, y el gobierno, que es el accionista de control de REE, tienen en sus manos impulsar este cambio.

• • A continuación, el gobierno debería legislar lo que ya está haciendo “de facto”, y comprometerse a autorizar o denegar una solicitud de instalación de una planta renovable en un plazo máximo de seis meses, y no demorarse años como ocurría hasta ahora en el sólo beneficio de las eléctricas de toda la vida.

• • Además, desde hace meses, en Podo hemos venido promoviendo, a través de la plataforma Osoigo, que las nuevas plantas de renovables no paguen el impuesto que grava la generación con el 7% de sus ingresos. Este impuesto, que tenía un fin supuestamente medioambiental, no tiene sentido sobre la nueva generación renovable, supone un sobrecoste que acaban pagando todos los clientes, y una barrera que discrimina el desarrollo renovable en España frente a Portugal.
  • Para terminar, consideramos que el gobierno debería impulsar subastas de energía renovable -solar y eólica- a largo plazo (al menos 15 años) y a precio fijo, de forma que daría certeza a su financiación a la vez que, junto con la reforma del mercado mayorista, conseguiría una disminución considerable del precio medio de la electricidad para todos los clientes.

Las medidas que propone Podo no son complejas desde el punto de vista técnico, son abordables en el corto plazo ya que no requieren la aprobación de leyes, y tendrían un impacto muy positivo en el medioambiente, en la economía de nuestro país y en todos los clientes.

Podo, una compañía que centra la atención en sus clientes

En Podo creemos que la transición energética debe hacerse desde la perspectiva de favorecer, esta vez, a los clientes facilitando la disminución del precio de la luz y, también, favoreciendo la competencia a través del desarrollo de comercializadoras independientes centradas en prestar un servicio excelente a sus clientes y que, en su mayoría, venden energía verde.