Medio ambiente y niños: una educación de futuro

El medio ambiente es fundamental en nuestras vidas. Su salud está directamente conectada con la de las personas, y aunque cada vez seamos más conscientes de ello, nuestros actos como sociedad siguen afectando y perjudicando a la naturaleza a gran velocidad. Revertir la situación es misión imposible, aunque podemos conseguir paliar los efectos y desacelerar el impacto humano en el medio ambiente (y frenar los efectos del cambio climático) si conseguimos crear una conciencia ecológica compartida entre toda la sociedad.

Sabemos que crear una conciencia ecológica no es una tarea fácil, y precisamente por esto desde Podo apostamos por empezar por los más pequeños, ya que son ellos los que terminarán heredando el mundo en el que vivimos y tendrán la responsabilidad de construir un mundo mejor, más sostenible y con mejores condiciones.

¿Por qué debemos educar a los más pequeños en medio ambiente?

Con el desarrollo del sistema energético, la innovación tecnológica, la globalización, el avance científico… ha aumentado el maltrato e impacto al ecosistema, y poco a poco (aunque cada vez más rápido) la acción humana está destruyendo el medio ambiente, nuestra fuente de vida. Muestra de ello son los más de 2,5 millones de kilómetros cuadrados de hielo que, según la NASA, se han perdido en el Ártico desde 1979. Desde entonces, la temperatura media global se ha incrementado casi 1ºC y la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha aumentado un 23%, pasando de las 338 ppm (partículas por millón) a las 414 ppm en la actualidad, según la NOAA.

Aunque los niños y niñas sean los menos culpables, éstos representan el futuro ya que serán los nuevos líderes, empresarios y políticos. En resumen, serán los responsables de poner en práctica políticas ecológicas a nivel mundial. Y, además, son los que sufrirán en mayor medida las consecuencias de las acciones de las generaciones anteriores. De hecho, en el Barómetro de Infancia y Adolescencia 2019 realizado por UNICEF, la Contaminación y el Medio Ambiente suponen su segunda preocupación, solo por detrás de la Escuela y el Estudio.

Precisamente por esto es imprescindible desarrollar una preocupación medioambiental y una educación ecológica con prácticas sostenibles, que ayuden a preservar el mundo tal y como lo conocemos. Desarrollar esta educación en la etapa de desarrollo, sobre todo en la infancia y juventud, es fundamental para el futuro del planeta, ya que la protección y cuidado del medio ambiente se pueden fomentar con la suma de las pequeñas acciones.

El primer paso del cambio

Lo primero es crear una conciencia ecológica, ya que sin ella no podremos implementar cambios en nuestros comportamientos cotidianos a largo plazo. Aun así, poco a poco la sociedad está empezando a ser consciente de la necesidad de cambiar hábitos de consumo y adoptar políticas en favor del medio ambiente, como la educación ecológica de los más pequeños.

Podemos comprobar esta tendencia en diferentes encuestas, como la última realizada por Greenpeace en 2019 sobre el cambio climático. En ella se determina que el 70% de la población está dispuesta a adoptar comportamientos y medidas para reducir su impacto en el medio ambiente.

¿Cómo podemos hacerlo? Métodos

Uno de los valores más importantes que podemos inculcar en los jóvenes es el amor y cuidado de la naturaleza y el medio ambiente, entendido como la educación ambiental. Para conseguir efecto y penetrar en su estilo de vida tenemos que empezar a hacerlo desde edades muy tempranas, en líneas paralelas entre el colegio y el hogar. Hay muchas maneras de educarles ambientalmente. A continuación, te mostramos algunas que podrás incorporar a tu día a día con facilidad:

La mejor manera para enseñar a los más pequeños a cuidar el medio ambiente empieza en nosotros mismos, así que si queremos educarles tenemos que adoptar nuevos hábitos y comportamientos en nuestra vida diaria, cambiando o introduciendo pequeñas acciones conseguiremos proteger el medio ambiente y dar ejemplo a los más pequeños de la casa.

Sabemos que los niños aprenden a base de repetición y experiencia. Para inculcarles estos hábitos deberás explicarles la importancia de cada acción y sus consecuencias. El hecho de que lo entiendan facilita que lo recuerden y terminen haciéndolo por sí solos. Puedes hacerlo en forma de cuento o pequeños relatos para que sea más atractivo y divertido.

Puedes crear un juego divertido y didáctico para cada acción. Pasarán un buen rato y también aprenderán la importancia de reducir su huella ecológica. Por ejemplo, para que aprendan a reciclar puedes realizar un juego de colores y residuos, dónde tengan que colocar cada elemento en su contenedor correcto.

Tanto las ciudades como las comunidades autónomas ofrecen distintos programas y actividades dirigidas a los más pequeños con el objetivo de inculcarles buenos hábitos a favor del planeta y la naturaleza. Estos eventos son una gran oportunidad para aprender en familia, tanto los mayores como los pequeños.

El consumo de las viviendas representa el 30% del consumo de la energía total que se realiza en España, según las cifras del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). No todos los hogares realizan el mismo consumo ni tienen el mismo nivel de eficiencia energética, este depende de muchos factores como la cantidad de personas que residan en la vivienda y sus hábitos de consumo o incluso la calidad de los electrodomésticos.

Utiliza tu vivienda como zona de pruebas. Para ello deberás cambiar algunos hábitos. Hazlo de forma conjunta con los más pequeños para que sigan tu ejemplo. Ellos también pueden ayudar a mejorar la eficiencia energética. Conseguir un uso racional de la energía es cosa de todos. Te proponemos algunas medidas que puedes adoptar desde la zona cero de tu casa:

• Enséñales a apagar las luces cuando salgan de una habitación o no las utilicen, no desperdicies la energía. Además de cuidar el planeta también estarás cuidando tu bolsillo.
• Aprovechad al máximo la luz natural, muéstrales que las luces artificiales solo se tienen que encender cuando es realmente necesario.
• Apostad por pequeños electrodomésticos o aparatos eléctricos que funcionen con energías alternativas y renovables, ya sean pequeñas calculadoras, relojes, juguetes… que funcionen con pequeños paneles solares.
• Enséñales a apagar los aparatos eléctricos una vez hayan terminado de usarlos, cuando hayan terminado de ver los dibujos apagad el televisor desde el interruptor o a pagar la consola por el interruptor una vez hayan terminado la partida. Impulsa las buenas costumbres energéticas. Desconectando los aparatos evitarás el consumo fantasma, el cual puede llegar a representar hasta un 10% del total de tu factura de luz.
• Mantened limpias las lámparas y bombillas, esto aumentará la luminosidad sin aumentar el consumo.
• Revisad todas las bombillas de la vivienda y cambiad las antiguas por bombillas LED o de bajo consumo, ya que estas consumen hasta un 80% menos de energía.
• Pasaros a la luz 100% verde: en Podo apostamos por el cambio del mercado energético y por la protección al medio ambiente, por eso solo distribuimos energía 100% verde. Calcula tu ahorro en la tarifa de la luz.

Además, también puedes incorporar otros hábitos y acciones que no están tan relacionados con el consumo energético del hogar, pero si que son imprescindibles en la protección y cuidado del medio ambiente.

• Ahorrad agua: puedes cerrar el grifo mientras te enjabonas las manos o te estás cepillando los dientes. También puedes acortar el tiempo de la ducha.
• Enséñales a reciclarla basura de tu vivienda: separa en diferentes contenedores la basura orgánica (alimentos) de la inorgánica (papel, cartón, vidrio y metales).
• Reducid el consumo de plástico: para empezar, puedes llevar tu propia bolsa de tela o papel e incluso tu carrito cuando vayas al supermercado, así evitarás acumular bolsas y bolsas de plástico. Además, recicla todo el plástico que hayas acumulado.
• Cuidad las plantas y los árboles: planta algún árbol pequeño o alguna flor con la ayuda de tu hijo y hazle responsable del cuidado de esta para que aprenda a cuidarlas. Además, enséñales que no deben arrancar ni pisar las plantas.
• Enséñales a aprovechar las hojas de papel: las hojas tienen dos caras, enseña a tus hijos que pueden dibujar y plasmar todas sus inquietudes y deseos en ambas caras del papel o cuaderno. Si sigues realizando una lista de la compra, aprovecha ambas caras del papel para ser ejemplo.
• Dona ropa, juguetes y material de todo tipo: sabemos que los recursos son limitados, enséñales a ser generosos con las cosas y juguetes que ya no usan, pueden reciclarlos o regalarlos a alguien que sí vaya a utilizarlos.
• Fomenta el interés en el transporte alternativo ya sea la bicicleta o en el propio transporte público.

¿Qué buscamos con la educación ecológica? Objetivos

Toda educación ecológica no tiene que ser solamente teórica. La concienciación tiene que llevar a la participación de todos los miembros de la sociedad, tanto de niños como de adultos. Según la Unesco, los objetivos principales de la educación ambiental de los jóvenes son:

• Concienciar y sensibilizarlos ante los problemas medioambientales actuales.
• Fomentar el interés por la protección del entorno, y también para su mejora.
• Desarrollar la capacidad de aprender del medio que les rodea.
• Ampliar su conocimiento sobre el ecosistema.
• Participación activa en la protección del medio ambiente (acciones concretas individuales).

Los niños se ponen al frente

Curiosamente, las últimas movilizaciones contra el calentamiento global están lideradas por niñas y adolescentes de diferentes países del mundo. En septiembre de 2018, la adolescente sueca Greta Thunberg, fundó el movimiento “Youth for climate” convocando varias huelgas escolares con el objetivo de reivindicar la falta de acción política y administrativa ante la urgencia climática, ante el cambio climático, considerado como uno de los mayores problemas para la sociedad.

El movimiento ha ido creciendo hasta llegar a internacionalizarse con una acción conjunta en la mayoría de países, una parada escolar bajo el lema viernes para el futuro reclamando una mayor concienciación de los políticos para que actúen estipulando normativas y leyes en pro del medio ambiente y evitando que lleguen a producirse las consecuencias del cambio climático.

Esta concienciación no nos garantiza una mejora inmediata del medio ambiente, pero nos pondría en camino para conseguir un planeta mejor. El camino hacia la sostenibilidad del planeta requiere de profundos cambios económicos, políticos, sociales, tecnológicos y también educativos en los jóvenes de hoy. Recicla, reutiliza, apaga las luces y pásate a la energía 100% verde.