La Península Ibérica ha sido azotada en estos últimos días por innumerables incendios forestales que ponen en peligro muchas vidas humanas, especies autóctonas y al clima.
Tras haberse controlado el fuego en algunas localidades portuguesas como en Pedrógao Grande, donde más de 60 personas perdieron la vida, hoy se lucha contra las llamas que están calcinando uno de los lugares naturales más importantes de España, el Parque Natural de Doñana. En este basto territorio, especies como el Lince Ibérico o el Águila Real, además del área forestal que comprende este lugar, se han visto amenazadas por el fuego que abastece de manera incansable. Algunas infraestructuras como el Parador de Mazagón (Huelva) también han sido víctimas de esta amenaza, que perjudica gravemente al medio ambiente.
¿Qué problemas acarrean los incendios forestales al entorno?
El fuego es el elemento más devastador sobre la flora, ya que provoca la desaparición de los árboles impidiendo, además, su posterior desarrollo. Entre las especies más castigadas: robles, fresnos y tejos. Aunque el fuego haya concluido, los incendios forestales dejan enfermedades y epidemias sobre la fauna, afectando así a la fotosíntesis; algo muy perjudicial para nuestro planeta.
En el caso de la fauna, debemos destacar que las llamas acaban rompiendo el ecosistema, provocan la falta de alimentos y malas condiciones de habitabilidad para los animales a causa del humo. A esto se le suman los problemas de germinación en el suelo, ya que la temperatura puede llegar a ser muy elevada, aumentando así la erosión. El elemento contrario, el agua, también sale afectado, debido a que las cuencas acaban dañadas por las cenizas que provocan una conglomeración de situaciones tóxicas sobre la fauna y flora acuática. Por último, la atmósfera también se ve afectada, no sólo por la emisión de gases, sino por el viento que arrastra las partículas nocivas hacia la población.
¿Cómo evitar los incendios forestales?
Según la confederación española ‘Ecologistas en acción’, si alguien decide acampar o estar en una zona natural deberá tener en cuenta varias normas, como por ejemplo las siguientes:
- No encender fuego en el campo, cualquier chispa puede ser crucial, todavía más en época de alto riesgo: del 1 de junio al 1 de noviembre.
- No arrojar cerillas, colillas u otros objetos inflamables.
- Comunicar a las autoridades cualquier indicio de incendio a través del 112 para que puedan sofocarlo lo antes posible.
- Evitar en la medida de lo posible el uso de vehículos dentro de los entornos naturales: el tubo de escape puede llegar a generar fuego sobre los matorrales secos.
Estos, y más consejos que podréis ver desde la web de ‘Ecologistas en Acción’, son pautas clave para evitar que proliferen los incendios y que acaben con nuestro entorno.
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